Dame tabaco,
dame papel,
quiero prenderle fuego a este gran burdel.
Dame un puñal,
para un corte letal,
quédate a mi lado como el perro más fiel.
Te he visto hundir tus mundos
sin un gesto ni un lamento,
decir poco me importa, es todo lo que siento.
Tú…, sentado en la misma mesa, entre Dios y Satanás.
Tú…, por mucho que te pida, no vas a darme más.
No quiero
dar otra vuelta,
esta vez no dejaré ninguna pieza suelta.
No arranco,
ni me adelantaré.
Cuando llegue el momento, sé que lo sabré.
Te he visto decidir
entre el bien y el mal
y hacer que pareciera, siempre, algo natural.
Tú…, vamos a prenderle fuego a este gran burdel.
Tú…, aún siento, tu aliento, bajo mi piel.
like.uy
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ampi40m.wordpress.com
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Muchas gracias por el comentario. Me anima a seguir revisando textos para su próxima publicación.
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Cahótico, culebrero, como sonatina del siglo XIX cargada de ese misticismo y una gran inyección de patetismo que hace que sea muy jugoso y una pasada de versos… Me encantó!!! Me gustan los poemas tristes…, lángidos…, Felicitaciones!!!
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Entiendo la triste realidad de lo que nos rodea, como un burdel decadente en el que ya no se ofrece nada. Gracias por tu lectura-
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